Capitulo
5. El primo Veidt
Pasaron tres días
después de que Ella supiera todo sobre su pasado y claro está
seguía con sus intuiciones sobre la llegada de su supuesto hermano.
Al cuarto día un viento
se levantó, las puertas principales se abrieron y Grace fué a
cerrarlas, justo cuando estaba a punto de cerrarlas vió a alguien a
lo lejos que se acercaba muy rápido hacia ella. Se quedó allí de
pie esperando poder averiguar quién era la persona que se acercaba,
en un momento aquella persona se detuvo delante de ella. Era un joven
muy guapo y apuesto, él no conocía a Grace pero había oído hablar
sobre ella y entonces supuso que la chica frente él era Grace.
-¿tú eres Grace?-
-sí ,¿porque? ¿quién
eres tú?-
-un gusto conocerte, soy
Veidt, tu primo. Por cierto dónde está Ella-
Ésto último lo pudo
escuchar y resonó en los oídos de Ella y corrió a ver si era
verdad. Cuando Ella vió a Veidt se quedó paralizada na sabía que
decirle y sólo lo miraba. Veidt no la reconoció y la miraba con
extrañeza.
-¿quién es?-
-tu hermana Ella-
Grace se retiró y los
dejó solos, pensó que después de tanto tiempo separados era un
buen momento para que se conocieran al fin y al cabo eran hermanos.
Veidt abrazó a su hermana
y le dejo al oído que sólo la muerte los separaría y que se la
llevaría muy lejos para empezar una nueva vida.
Emeer bajaba por las
escaleras no veía a Veidt hacía mucho tiempo pero al verlo lo
reconoció y pasaron a la sala para que Veidt explicara un poco su
vida. Todos estaban reunidos escuchando la historia de Veidt. Se crió
entre maldades, asesinatos y ambición. Des de pequeño aprendía el
oficio de su padre adoptivo, no supo la verdad hasta los veinte años.
A los diecisiete acabó con un colegio entero, algunos los mató y a
otros se los comió pero no dejó a nadie vivo, se conoció como la
mayor masacre en Londres, a los dieciocho se obsesionó con una
chica, como no la podía tener, un día la siguió hasta su casa y la
mató.
Él describía a su vida
como una fiesta, hacía lo que le daba la gana, cometía asesinatos
hasta saciarse y en su casa él era quién imponía las reglas. Su
padre lo consentía en todo, los empleados sentían miedo de él.
Cuando se enteró de la verdad sobre su familia se le metió en la
cabeza que el imperio Vampyrus le correspondía y por fuerza tenía
que ser de él, conseguiría ese imperio sea como sea y eso implicaba
ir a casa, obtener la confianza de su prima y cuando lo haya hecho
los mataría y dentro de esa familia Ella también se encontraba.
A él no le importaba nada
ni nadie, tenía que ser el único y estaba ta acostumbrado a tener
todo lo que quería que ésto no sería difícil para él.
Después de contar su vida
con mentiras ocultando sus intenciones Eme le enseñó su cuarto, Eme
supuso que estaría cansado después del viaje que había hecho y lo
dejó solo.
Todos dormían, Veidt se
acercó a la habitación de Garce, llamó a la puerta y entró, sabía
que tenía que ganarse la confianza de su prima y le contó lo que él
había pensado.
-sé que ahora estáis en
guerra, tengo contactos que me avisaron que los enean atacarán de
aquí a dos días-
-¿qué? Si eso pasa nos
matarían con mucha facilidad-
-por eso estoy aquí, mi
querida prima. Ellos saldrán del bosque y comenzarán a atacar
matando a todo aquel que se les interponga en el camino hasta llegar
aquí a este castillo-
-entonces ¿qué hacemos?-
-los sorprenderemos,
cuando ellos salgan del bosque nosotros estaremos esperándolos-
Veidt salió de la
habitación de Grace con una sonrisa malévola en su cara, sabía
perfectamente que había convencido a Grace, aunque Grace no sabía
que todo era mentira y que había caído sin dificultad en el plan de
Veidt.