Capítulo 11. Doble
amor.
Grace corría como alma que lleva el
diablo, sus piernas no iban a parar hasta encontrar un sitio seguro.
Como era de suponer ese sitio seguro era la caseta del bosque, el
silencio de la noche callaba cada esquina, cada sonido, neutralizaba
cada palabra, cada suspiro... Grace se sentó en una silla que estaba
junto a la mesa, puso las cartas y las fotos encima de la mesa y
empezó a leer aquellas cartas que al parecer llevaban escondido
sentimientos nunca dichos por alguien, observó detenidamente las
fotos. Estuvo toda la noche haciendo lo mismo, relacionando cada foto
con cada carta, estaba tan obsesionada por descubrir la verdad que no
se había dado cuenta de que ya era de día, sino hubiera sido por
aquel rayo de luz que iluminaron sus ojos. Pegó un grito y de
seguida tapó cada lugar de donde se podría filtrar otro rayo que le
hiciera perder su objetivo, un vez hubo hecho esto, volvió de nuevo
a su obsesión.
Cayó la noche y por fin ya había
descifrado el secreto que su familia ocultaba, pero antes de
contárselo a Joe tenía que descansar un poco, así que metió todo
debajo de su cama y se echó a dormir.
Nadie se había dado cuenta, ni
siquiera notaron que Grace no había dormido en casa, pero eso no
afectaba a Grace porque en realidad asi son las familias con miembros
vampiros, nadie se preocupa por ti, nadie te echa de menos, nadie
procura cuidarte... nadie.
Una vez más Grace se levantó, tomó
las cartas y las fotografías y, sin más preámbulos, se dirigió a
casa de Joe. Voló hasta llegar su habitación, llamó a la ventana y
Joe asomó su preciosa cara pálida, sonrió y la dejó entrar.
-Tengo que enseñarte algo-
-OK! Pero tampoco te pongas tan seria-.
Grace no pudo resistir y también le regaló una sonrisa a Joe.
-Esto es serio-. Cogió lo que llevaba
encima y se lo enseñó a Joe.
-Esto es imposible! No existíamos en
este año y no recuerdo haber visto jamás a nuestras familias juntas
ni tampoco recuerdo habernos tomado esta fotografía-.
-Ya, te entiendo, pero no somos
nosotros-.
-OK! Entonces quines son, porque son
muy parecidos a nosotros, o es que se trata de una broma pesada...
porque no estoy para bromas-.
-No, no es una broma pesada. Son tan
parecidos a nosotros porque son nuestros hermanos. Esta muy claro en
las cartas, si no fuera por ellos no estaríamos ahora aquí-.
Joe muy sorprendido cogió las cartas
con violencia y las leyó, no se lo iba a creer aunque Grace se lo
dijera por eso el mismo prefirió pasar tiempo leyendo esas cartas
que parecían olvidadas en el recuerdo por dos jóvenes que en un
tiempo se quisieron con tanto amor y tanta locura que tuvieron que
morir por salvar aquél amor.