Capítulo
21. Más
mentiras.
Era
un día gris y llovía por ratos así que decidió ir de nuevo al
mismo lugar dónde se encontró con el chico raro para volver a
verlo y tener una charla seria con él, estaba dispuesta a llegar lo
más legos posible no podía cometer fallos ni permitirse ningún
error. Entonces cogió su chaqueta de cuero y fue al encuentro, Luca
daba un paseo por el jardín de la casa y fue entonces cuando vio a
Grace salir de la casa y decidió seguirla.
Al
cabo de unos segundos Grace llegó al lugar dónde vio por primera
vez al chico raro y subió al árbol para poder ver si el chico
llegaba. Mientras ella miraba el horizonte que separaba el verde vivo
del campo de un triste cielo gris, Luca observaba cada movimiento
extraño y intentaba estar muy alerta.
Entre
tanta espera el chico aparece y Grace salta del árbol para poder
hablar con él, el chico al ver el salto tan energético de Grace se
asusta y retrocede un paso.
-Qué
pasó?
-Nada!
Lo hice por instinto, sabes...es normal en los humanos.
-Sí,
si, si. Eso ya lo sé.
-Pero..
porqué te pones nerviosa?
-mmm..
Por cierto, cómo te llamas? Yo te he dicho mi nombre pero tú no me
has dicho el tuyo.
-Pero
eso es porque tú no me lo preguntaste en su tiempo, ahora no sabes
mi nombre.
-Ya..pero
ahora te lo estoy preguntando. Responde!
-Me
llamo José y al parecer tenemos la misma edad.
-Si?
Eso parece.
-Pero...porqué
cuando yo doy un paso hacia ti, tú los das hacia atrás? A caso me
tienes miedo?
José
se acercaba cada vez más a ella mientras hablaba con ella, Luca
estaba escondido y para evitar que le hagan daño a Grace se lanzó
hacia José y antes de que cayera encima de él, Joe que daba un
paseo por el mismo sitio dónde los tres jóvenes se hallaban aplacó
a Luca y cayeron los dos entre los arbustos del camino.
-Qué..Qué
fue eso?
-Nada!
No fue nada, vayámonos a otro sitio se vé que ahora caen cosas
raras del cielo.
-Tú
tono sarcástico no me deja duda de que sabes lo que acaba de pasar
y no me quieres decir nada.
-Yo
sé muchas cosas que tú no sabes, y tú sabes otras pocas que yo no
sé.
-Vaya,
vaya. Tu sonrisa me mata, pero no me iré de aquí hasta ver que hay
detrás de los arbustos.
-No
es nada! Son unas ardillas que se estaban peleando y se estrellaron
al suelo como cohetes.
-Y
tú cómo sabes qué eran ardillas? A caso puedes ver las cosas que
viajan a esa velocidad?
-No!
Sólo me lo imaginé, es que tengo una imaginación muy amplia,
sabes? Siempre me dicen lo mismo, siempre imagino cosas.
-Imaginas
cosas? Cosas cómo cuerpos qué tienen forma humana y que son los
reyes de la noche?
-A
qué te refieres? No me está gustando eso que me estás hablando!
Grace
cambió de rostro en pocos segundos, José empezó a tener miedo
sabía que detrás de esos arbustos no había dos ardillas sino que
se escondían dos jóvenes con apariencia de humanos capaces de
cometer cualquier tipo de cosas, cosas que la gente normal no puede
ni imaginar. Se despidió de Grace con una suave sonrisa y se alejaba
los más rápido posible pero sin aparentar tener miedo.
Luca
y Joe seguían ahí, Grace se acercó, extendió sus dos manos y
ayudó a los dos vampiros a ponerse en pie.
-Qué
pretendían, qué José se diera cuenta de qué somos lo que somos?
-Dábamos
un paseo como buenos amigos entonces a mí me vino el instinto de
morder y Joe lo impidió. Tengo hambre, sólo quería tomar un poco
de su sangre, igual nadie lo iba ahechar de menos.
-Pero
qué estás diciendo! Si tienes hambre vas a la cocina de casa y
comes algo pero no te puedes comer a cualquier humano que pasa por
aquí, si hiciéramos eso siempre se darían cuenta que no somos lo
que ellos se piensan.
-Sí
pero Luca sólo tenía hambre. A parte no creo que José tenga buena
sangre por eso te aparté de lo contrario hubiera dejado que te lo
comieras. Haahaha
-Qué?
Vámonos no tenemos nada que hacer aquí, en cuanto a José, yo me
encargaré de él ok? No quiero que os metáis en esto. Sólo es un
problema que yo sola tengo que resolver.
Grace
acabó de decir todo lo que tenía que decir y los tres se fueron a
casa, tanto hablar de comida les entró hambre.