Capítulo
37. Dos.
Los
cuatro volvieron al refugio, confundidos de todo lo que había
pasado. Nadie hablaba y, en medio del silencio, se podía oír el
suave sonido que las agujas del reloj hacen a cada paso. Joe se queda
fuera, acostado en el césped mirando hacia el cielo. Ya eran las dos
y media de medianoche, Josh que ya no se podía aguantar en pie, se
sentó en un sofá y lentamente dejó que sus ojos se cerraran hasta
quedar inconsciente. Luca y Grace están dentro en el borde de la
ventana mirando la luna.
-Pienso
que estamos perdiendo el tiempo -susurra Luca- cada paso que creemos
que damos en frente, retrocedemos dos más. Creo que tenemos que
dejarlo correr.
-¿A
qué te refieres, Luca? -responde Grace- no lo vamos a dejarlo
correr, si averiguamos la verdad podemos detener la guerra venidera.
-Es
que ya no veo solución a este gran problema, ya no veo luz al final
del camino. Ya no puedo seguir luchando como antes, ya es hora de
dejar de ser inmaduros, todo esto ha sido un gran error.
-Yo
no lo creo,solo hay que pensar un poco más. Estoy segur de que
tenemos la clave delante de nosotros y no la sabemos ver. A demás,
seguir en esto no es de ser inmaduros y lo sabes, así que deja de
decir estupideces.
-Parece
que no estás entendiendo mi preocupación. No tengo ningún tío, mi
padre no tiene hermanos.
-Pero
el señor Joshka dijo …
-El
señor Joshka solo se aburría y decidió inventarse una historia
para divertirse. Los vampiros ya no somos tan débiles como antes y
él ya no tiene tanto trabajo como solía tenerlo.
-Luca
-susurra Grace- aunque no lo parezca encontraremos la solución, ya
lo verás.
Grace
esboza una sonrisa y apoya su cabeza en el hombro de Luca, cierra los
ojos para poder sentir más, la suave brisa que acaricia su cara.
Mientras Grace deja que su mente divague, Luca le pasa el brazo
sobre los hombros y se quedan así el resto de la noche.
Todo
está oscuro, las oscuras cortinas impiden que los rayos puedan
colarse dentro de la caseta, aún el silencio se apodera de todo de
cada espacio del lugar. Josh entreabre sus ojos, pero entre tanta
oscuridad no puede ver nada, aún no consigue recordar dónde está y
puede sentir el peso de algo en su hombro. Sin hacer movimientos
bruscos consigue sacar el móvil del bolsillo y con el alumbra su
hombro izquierdo, suelta un suspiro por un momento sintió tanto
miedo recorrer su cuerpo que habría sido capaz de matar a Luca,
quién descansaba en el hombro izquierdo de Josh. Alumbra más allá
y se da cuenta de que están los cuatro dormidos en el mismo sofá de
la caseta que se encuentra en el centro del bosque. Incomodo por la
situación se mueve bruscamente para salir del sofá pero se asombra
al ver que ninguno de ellos se levanta.
-¡Vaya!
¡Pues si que duermen profundamente! A ver, a ver ¿los levanto, o no
los levanto? Bueno, supongo que me iré a dormir a una verdadera
cama, en días así extraño mucho mi cama.
Josh
salió por la puerta y dejó a los tres allí. Cuando llegó a casa,
primero se duchó y luego durmió placenteramente en la cómoda cama
que tenía y cuando el sueño se apoderaba de él pensó: -Pero si ya
me parezco a ellas, duermo por el día y vivo por la noche-. Luego de
aquél pensamiento, durmió profundamente.
Eran
las seis de la tarde y Josh daba vueltas en la cama definitivamente
el sueño ya se había ido pero no solo era eso, la sensación de
estar siendo vigilado volvía a él, esta vez era más fuerte,
alguien estaba en su habitación. Saltó de la cama con energía pero
solo alcanzó ver una silueta femenina saltar la ventana, corrió
hacia ella pero no sirvió de nada, ella ya había desaparecido. Se
quedó mirando por encima de la ventana, su firme torso descubierto
que brillaba por los débiles rayos de sol y su pelo despeinado
notaron una suave brisa, Josh se entró, se puso una camisa gris,
unos vaqueros negro y una chaqueta de cuero negra, bajó las
escaleras,cogió las llaves de casa y se marchó hacia el castilla
Vampyrus.
Josh
entra por las enormes puertas y nada más entrar vé a la chica de
sus sueños, grita en sus adentros de alegría, jamás se hubiera
podido imaginar que la chica con la que él sueña des de hace años
existe de verdad.
-H...
Hola -dice tartamudeando.
-Hola
-responde ella tímidamente- ¿Quién eres?
-Soy
Josh, estoy buscando a Grace ¿Y tú?
-Yo
también estaba buscando a Grace
-Me
refería a como te llamas
-Mi
nombre es Ella
Se
estrechan la mano sin dejar de mirarse a los ojos. Ella deja escapar
una sonrisa de su boca y él se la devuelve.
-Por
cierto -dice Josh- ya que los dos estamos buscando a Grace,
podríamos hacerlo juntos ¿no crees?
-Podríamos
hacerlo. Además, creo saber dónde puede estar.
Cruzan
el cuidado césped, pasan por los primeros árboles, a medida que se
adentran en el bosque, los árboles son cada vez más grandes, el
olor a flores frescas es más fuerte y la paz del lugar es más
intensa.
-Así
que tu eres la famosa Ella de quién tanto habla Grace.
-¿De
verdad habla mucho sobre mi?
-Sí,
parece que tu cerebro almacena una gran cantidad de cosas
-¿Por
qué lo dices?
-Porque
pareces saber todo, cuando ellos tienen una duda sobre algo recurren
a ti.
-¿Ellos?
-Sí,
Grace, Joe y Luca.
-¡Ah!
Es simplemente porque he estado más tiempo aquí que ellos.
-¿Cuantos?
-Muchos
-Pero
si te ves de mi edad y ¿dices que eres más grande?. Entonces,
¿también eres un vampiro?-pregunta Josh decepcionado.
-Sí
lo soy pero tu eres un superhombre.
-¿Cómo
lo sabes?
-Josh
De Marco -sonríe Ella- sé muchas cosas sobre ti.
Después
de una hora y media llegaron a la caseta. No se escuchaba nada más
que el canto de los pájaros, no había movimiento alguno, cualquiera
pensaría que nadie habitaba la caseta.
Se
acercaron a la puerta y abrieron despacio la puerta, las cortinas aún
seguían bajadas, las agujas del reloj continuaban su paseo y en el
sofá, Luca y Grace seguían durmiendo.
-¿Todavía
duermen?
-Bueno
es e día, es normal.
-Tienes
razón. Pero Joe ¿dónde está? Esta mañana los dejé a los tres
en el sofá y ahora solo quedan dos.