Capitulo 4. La verdad en sueños
En poco tiempo Clarissa anunció a todo el pueblo vampiro lo que supuestamente Brad le había hecho. Ésto escandalizo a todos y, padre e hijo, declararon la guerra al imperio Vampyrus.
El rumor fué llegando hasta los oídos de Brad, quién al escuchar tremenda mentira, se dirigió al castillo para aclarar la situación. Allí no lo recibieron con mucho agrado, no escuchaban lo que el chico les tenía que decir y lo encerraron en las mazmorras del castillo.
Por otro lado, Clarissa se sentía muy mal, quería arreglar una situación que estaba fuera de su alcance. Su sentimiento de culpabilidad le hizo tomar una decisión, sabía que pronto comenzaría los ataques y se dispuso a contar la verdad. Pero otra vez, Emden y Joe la detuvieron. Discutieron con ella pero no había nada qué hacer, así que, Joe cogió un puñal y se lo clavó en el corazón e incineraron su cuerpo.
Arrojaron las cenizas del cuerpo de Clarissa y dijeron:
-Por ella ganaremos esta guerra.
Después se dirigieron al pueblo y explicaron la mentira que habían elaborado. Dijeron que Clarissa se había marchado muy lejos sin decir a dónde iba, pero que ella esperaba que hicieran justicia.
Esta noticia hundió a Ingrid, la madre de Clarissa, y, Vladimir, el padre de ella, juró que encontraría a Brad y lo mataría con sus propias manos.
Todos se estaban preparando. La guerra se acercaba.
La primera noche salió un grupo muy pequeño a esconderse y a registrar el bosque, reconocer el territorio, entre otras cosas.
Todos estaban en alerta. Los niños no podían salir solos, los ancianos no podían salir a charlar, todos estaban encerrados, esperando el momento para atacar y el ataque del contrincante.
Estaba amaneciendo y, como de costumbre, cerraron todo y taparon cada hueco para que la luz no entrara y se dispusieron a descamsar.
Ella, esa noche, no se sintió muy bien. Un mal presentimiento se apoderó de ella, pero pensó que era mejor dormir y esperar hasta que oscureciera para poder salir al bosque a encontrar calma para su corazón.
Pasaron las horas, le entró sueño y se quedó dormida.
En sueños vió a su padre pronunciando el nombre Veidt, un niño pequeño y un joven apuesto. Eran imágenes que pasaban muy rápido en su mente y no las veía con claridad, entonces, pensó que, quizás, se trataban de recuerdos.
Se levantó y despertó a su prima y a su tía, las llevó a la sala de estar y le preguntó a Eme:
-¿Quién es Veidt?
-¡Ella! ¿Por esta tontería me has levantado? ¿Sabes que Veidt es un nombre más, verdad?
Eme desvío su mirada hacia un cuadro que estaba colgado en la pared de la sala de estar. Se quedo en silencio por un breve corto período de tiempo y dijo:
-Veidt es tu hermano, Ella.
-Tía Eme, yo no tengo hermanos. Soy hija única.
-Sí, tienes un hermano mayor. Se lo llevaron cuando tenías meses de haber nacido y, poco después, mataron a tus padres.
Eme contó todo lo que sabía a Ella y a Grace.
Al parecer Veidt nació antes que Ella, John y Katherine estaban felices de tener a un niño precioso, tenían muchas esperanzas para él, muchos sueños que cumplir con él... Después de tres años nació una niña, estaban muy felices, por fin eran la familia que tanto deseaban, pero después de seis meses todo cambió. La Realeza Vampiro visitó a la familia, entró al castillo dónde vivían y se llevaron a Veidt. Katherine lloró mucho por su pequeño Veidt.
Meses después, la Realeza Vampiro volvió. Katherine pensaba que traían a su hijo, pero, Veidt no estaba. John y Katherine pensaron que iban a llevarse a Ella, la única hija que les quedaba, entonces, fueron hacia la habitación de la niña para protegerla. Pero, era un grupo de cuatro vampiros contra dos, no había ni margen de error, ni tiempo que perder.
Mataron a John y a Katherne delante de Ella. La pequeña empezó a lloraba amargamente, entonces, la abandonaron.
Más tarde, Eme se dispuso a visitar a su hermana Katherine. Entró en el castillo, escuchó a Ella llorar y se dirigió hacia la habitación de la pequeña para consolarla. Abrió la puerta y contempló la terrible escena. Había sangre por todas partes, los cuerpos mutilados de John y Katherine yacían en el suelo, y la pequeña desconsolada Ella estaba en la cuna.
Ella no pudo creer la historia contada por su tía Eme, así que, formuló la única pregunta que tenía:
-Si Veidt era el niño pequeño, entonces, ¿quién era el joven?
-Ella, posiblemente el joven es el mismo niño pequeño. El hecho que lo hayas visto no es algo bueno, quiero decir, no se trata de un recuerdo.... Ella, cabe la posibilidad de que Veidt, hermano, esté más cerca de lo que creemos.
